Hacer imperfecto vs planear perfecto
"Pasarte la vida haciendo planes no te llevará a ningún lado". Puede parecerte extraño que un Project Manger te diga algo así, pero déjame explicar a que me refiero.
“He pasado horas cambiando las cuerdas de mi guitarra. Mientras que la canción que he venido a tocar permanece callada”
No conozco al autor de esa frase (si sabes quién es déjalo en los comentarios).
Se la oí a mi padre hace muchos años y es un claro ejemplo de que el perfeccionismo puede retrasarnos en alcanzar objetivos reales.
El objetivo de un músico no es tener su guitarra perfectamente afinada, es tocar frente a un público.
Es cierto que un instrumento de calidad y bien afinado ayuda mucho, sin embargo cuando buscar la perfección en la instalación de las cuerdas supera buscar la excelencia en tocar la canción podemos decir que estamos muy mal enfocados.
Cris Busquets en su blog uifrommars.com explica:
Una cosa es buscar la solución perfecta (perfeccionismo) y otra muy diferente, buscar una solución óptima, un poco superior a lo que ya había (excelencia). El matiz es muy sutil, pero puede marcar la diferencia.
…hay que tener atención al detalle y saber identificar cuando algo es suficientemente bueno, teniendo en cuenta las circunstancias del proyecto. Este equilibrio solo lo encuentras cuando sabes que mejorando X no implicará ninguna mejora y que es mejor invertir esos minutos en diseñar otro aspecto del proyecto.
Cris Busquets, en: https://www.uifrommars.com/superar-perfeccionismo-diseno/
Trabajar rápido está subestimado
Push yourself to go faster than you think is healthy. That’s because the task will come to cost less in your mind
James Somers (see more)
Una traducción sería: “Empujarse a ir más rápido de lo que piensas es saludable. Eso se debe a que la tarea costará menos en tu mente.”
Somers explica que actuar con rapidez conlleva numerosos beneficios que a menudo son subestimados. No solo te permite terminar más cosas en un lapso de tiempo determinado, sino que también cambia tu percepción del costo asociado a nuevas tareas, haciéndolas parecer más manejables y atractivas. Por el contrario, un ritmo lento fomenta la inercia y desalienta la acción continua. Al abrazar la velocidad, fomentas una mentalidad pro-activa y desarrollas la capacidad de aprender y mejorar a través de la práctica constante. Básicamente hacer cosas a gran velocidad es una forma de hackear tu cerebro para que tenga el deseo de seguir haciendo ese tipo de tareas.
¿Cuándo ser rápido y cuándo ser perfeccionista?
La respuesta universal: depende.
Si eres un cirujano, DEBES ser perfeccionista, hay vidas en juego.
Si eres un diseñador UX o un programador, debes buscar la excelencia en tu diseño: un balance entre calidad y velocidad. Una solución buena en 1 día es mejor que una perfecta en 1 mes.
Para un CEO que se encuentra frente a un problema urgente, la rapidez para encontrar buenas soluciones temporales puede ser más valiosa que aplicar una solución perfecta cuando ya es tarde.
Si eres un project manager, tu responsabilidad será coordinar el trabajo de varios profesionales en distintas disciplinas. Algunos de ellos deberán ser rápidos, mientras que otros necesitan tener un ritmo más lento. Sin embargo todos deben dirigirse hacia el mismo objetivo, con el fin de lograr la máxima eficiencia en el uso de su tiempo.
Recuerda que invertir más tiempo en una tarea no siempre implica más calidad.